Toda la gente necesita ayuda; que no le de vergüenza. Todos dependemos de otras personas.
1. Prepárese.
Tenga claro cuáles son las cosas con las que necesita ayuda. Sea específico/a. Piense en los “qué, cuándo y dónde”. Tenga a la mano todas las cosas que necesitará, tales como productos de limpieza.
2. Piense en quién le puede ayudar.
¿Quién podría ayudarlo/la a resolver este problema? Piense solamente en la gente que le podría ayudar. Piense quién sería la persona adecuada para lo que usted necesita. Si se trata de un problema de salud, llame a su doctor/a.
3. Pida las cosas con cortesía y de razones.
La persona que lo/la ayude, tendrá más disposición a ayudarlo/la si usted es amable. Respire profundamente. Usted será más amable si está calmado/a. “Se atrapan más moscas con miel que con vinagre”. Explíquele a la persona por qué necesita ayuda. Es más probable que esa persona lo/la quiera ayudar si entiende porqué usted necesita ayuda. Empiece con una frase como “Me gustaría pedirte ayuda”.
4. Llegue a un acuerdo y participe en el proceso.
Asegúrese de que su ayudante sepa lo que usted necesita. Hagan un acuerdo muy claro sobre qué tipo de ayuda estará usted recibiendo. También hablen sobre si la persona que lo ayude recibirá algo por ayudarlo/la. Si usted tiene la capacidad de participar en el proceso, hágalo, y no simplemente observe a su ayudante ayudarlo/la.
5. ¡De las gracias!
Es mucho más probable que alguien que lo haya ayudado, lo/la ayude de nuevo si siente que usted aprecia lo que hizo por usted. Mándele una nota de agradecimiento o dele un abrazo o simplemente diga “Gracias”. Dígale de qué manera la ayuda que le dio hizo una diferencia para usted.