1. NO corra.
Respire profundamente varias veces para calmar su mente y su cuerpo. Correr de la policía podría ser considerado un delito.
2. Espere a que el/la oficial de la policía empiece la conversación.
No comparta ninguna información hasta que se la pidan. No haga chistes. Si tiene una tarjeta que explica su discapacidad, enséñesela al/a la oficial.
3. Escuche y siga las instrucciones.
Coopere con la policía y responda a las preguntas que le hagan. Hable lo más claramente posible.
4. Muévase lentamente.
Ponga las manos de manera que el/la agente de la policía pueda ver dónde están. Si tiene que moverse, explíquele qué está haciendo: “Voy a meter la mano en mi mochila para sacar mi teléfono, ¿está bien?”.
5. No toque al/a la oficial de la policía.
No toque tampoco el equipo de la policía o usted podría salir lastimado/a si el/la oficial piensa que le va a hacer daño y se defiende. El/la oficial tiene permiso de tocarlo/la para revisar que no lleve armas en ninguna parte del cuerpo.